La quinoa es un alimento relativamente nuevo para nosotros, aunque se produce desde tiempos antiguos en los Andes. La FAO ha designado el pasado año 2013 como el año internacional de la quinoa.
Es simplemente una semilla que por sus características únicas se puede consumir como un cereal, por ello es llamado pseudocereal, y como tal provee la mayor parte de sus calorías en forma de hidratos de carbono.
Comparándola con la mayoría de los cereales, contiene muchas más proteínas y grasas, destacándose entre estas últimas los beneficiosos ácidos omega 6 y 3. Cabe destacar su alto contenido en fibra, así como de potasio, magnesio, zinc, calcio, fósforo, hierro y las vitaminas E y del complejo B.
No contiene gluten, por lo que resulta muy beneficioso para los celíacos. Su bajo índice glucémico lo hace ideal también para personas que padecen diabetes o que desean bajar de peso comiendo sano. Ayuda a controlar los niveles de colesterol en sangre. Contribuye a revertir el estreñimiento. Puede ser un alimento muy valioso para el deportista y también para quien sigue dietas vegetarianas debido a su elevado aporte de proteínas y minerales.
Claramente la quinoa es un alimento de mucha utilidad y asequible para todo tipo de dietas.
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