El consumo de aceitunas, al igual que el de aceite de oliva, resulta un efecto beneficioso para el organismo. Protege de la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (el llamado "colesterol malo"), así como de su posterior acumulación y del endurecimiento de las paredes arteriales. Esto se debe a que concentran interesantes cantidades de polifenoles (tirosol, hidroxitirosol y el complejo oleuropeína).
Las olivas son un aperitivo natural que tan sólo se conserva en salmuera. Su consumo debe ser limitado, ya que contienen una alta cantidad de sal. Pero esto tiene solución, pues se puede reducir su contenido en sodio manteniéndolas a remojo el día anterior a consumirlas. Este procedimiento puede repetirse si se quiere desalar más.
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