Es cierto que la televisión puede ser un buen recurso para el aprendizaje y el entretenimiento. Además nos lleva a pasar buenos ratos en familia.
Pero un exceso de tiempo ante la “pequeña pantalla” puede provocar distintos problemas asociados a un estilo de vida sedentario como son:
- Aumento de peso.
- Aumento de colesterol.
- Aumento de la presión arterial.
- Mayor riesgo de diabetes.
- Fatiga en la visión.
Por ello es importante limitar el tiempo que pasamos frente al televisor y sobre todo el tiempo que pasan nuestros niños, quienes acostumbrados a las nuevas tecnologías, en muchas ocasiones olvidan otras actividades que desempeñan un papel esencial en el desarrollo de su cuerpo y su mente.
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