
Uno de los riesgos de estos productos tendría que ver con la cafeína. Consumiendo 2 ó 3 latas se superaría la cantidad máxima recomendada de esta sustancia, pudiendo así padecer síntomas como palpitaciones, náuseas, insomnio, nerviosismo, etc.
Pero el principal riesgo es su alto contenido en azúcares. Una única lata contiene aproximadamente 50 gramos de azúcar, el doble de la cantidad diaria recomendada. Así, se podría asociar el consumo excesivo de estas bebidas a un mayor riesgo de hipertensión y diabetes.
Visto esto, parece claro que el consumo habitual de estos productos favorece de manera notable la obesidad. Yo no los recomendaría, y mucho menos en niños. Únicamente que se consuman antes de realizar actividades deportivas.
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