En muchas ocasiones solemos saltarnos el desayuno con la idea de perder peso o aprovechar unos minutos más de sueño, o bien, salimos de casa habiendo tomado sólo un café o algo dulce. Pero todo esto nos lleva a padecer consecuencias como la falta de concentración, el cansancio o el mal humor. Además en edades escolares va a condicionar el aprendizaje y acarrear un descenso en el rendimiento.
Todas estas consecuencias son debidas al déficit de nuestro principal combustible energético, la glucosa. Con lo que provocamos que se quemen otras reservas energéticas y alteremos el funcionamiento habitual de nuestro organismo.
En definitiva, si no desayunamos conseguimos que al cabo de unas horas nuestro cerebro reclame su glucosa y nos lleve a comer algo dulce y calórico, algo que no acurre con la ingesta de un desayuno variado con el que conseguimos pasar horas sin comer y sintiéndonos con buen humor y mejor ánimo.
Asique, no olvidemos desayunar… y bien!
No hay comentarios:
Publicar un comentario