martes, 25 de noviembre de 2014

La dieta mediterránea.


La dieta mediterránea se ha convertido en un estilo de vida que la ciencia moderna nos invita a seguir para conseguir un estado óptimo de bienestar.

Constituye una herencia cultural que se basa en la simplicidad y la variedad creando una combinación equilibrada de los alimentos, a partir de productos frescos, locales y de temporada.

La dieta mediterránea se caracteriza por:
-La ingesta abundante de alimentos vegetales como frutas, hortalizas, verduras y frutos secos.

-El consumo moderado de mariscos, pescados, aves de corral, productos lácteos y huevos.

-Un bajo consumo de carnes rojas.

-Beber vino durante las comidas.

-El empleo del aceite de oliva como fuente principal de grasa.

La importancia de esta dieta para las personas que la siguen es que aporta poca cantidad de ácidos grasos saturados, alto aporte de monosacáridos, gran aporte de fibra y de sustancias antioxidantes.

Entre sus múltiples beneficios encontramos que reduce la obesidad, disminuye el índice de enfermedades cardiovasculares y degenerativas y reduce el colesterol en sangre, y por el contrario, aumenta la esperanza de vida.

En conclusión, la dieta mediterránea es una de las dietas más completas, equilibradas y sanas que existen.

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